Hoy me pongo un poco sibarita y os explico el origen, el precio y todos los detalles alrededor del que dicen es el café más caro del mundo: el Kopi Luwak.
En un viaje que realicé hace años a Indonesia, país donde se produce, descubrí este delicioso manjar cuya peculiaridad es que se obtiene moliendo los granos de café extraídos de las heces de un animal llamado civeta. No os asustéis porque el proceso es totalmente higiénico y así os lo explico más adelante. El coste medio de un kilo de esta variedad está en unos 900 euros y, tanto en Reino Unido como en Estados Unidos, se puede encontrar en algunos lugares muy exclusivos donde una taza de este café ronda los 75-90 dólares.
Sin embargo, en Indonesia, podemos encontrarlo a un precio mucho más bajo. En uno de los centros de producción en la isla de Bali se puede degustar una taza por 4 euros, nada barato si lo comparamos con nuestro mercado pero, al menos, accesible para vivir la experiencia de degustarlo en su país productor.
Es un café de aroma complejo, cuerpo espeso, delicado amargor y baja acidez. Los amantes del café, o como a mi me gusta llamarlos coffelovers, seguro que son capaces de sacar de su sabor unas notas de caramelo y chocolate casi meloso con una larga persistencia en el paladar. Eso sí, tiene menos cafeína (0,5%) que el resto de cafés que suelen estar en un 2%.
Como ya os he comentado, la civeta es la encargada de “producir” en su intestino los granos del Kopi Luwak. Las frutas rojas del café son parte natural de su alimentación. El grano interno del café no es digerido pero parece que sí es modificado químicamente por las enzimas presentes en el estómago de este animal. Esto le añade sabor rompiendo las proteínas que producen su característico amargor. Podemos asegurar que es un café totalmente higiénico debido a los tratamientos de lavado y su posterior tueste a elevadas temperaturas, lo que lo hacen completamente apto para el consumo humano.
Eso sí, a falta de volver a probar una taza de este exclusivo café en algún viaje que realice de nuevo a Indonesia, volveré como cada día a Coffee Corner, una de las cafeterías en Valencia donde siempre me deleitan con sus magníficos y también, por qué no, con su exclusivos cafés.