El café entre los cafés es el café espresso. De hecho, éste es el punto de partida de otras preparaciones tan famosas como el capuccino, el latte o el machiato. Se trata de una bebida con origen en Milán en 1906 de la mano de Luigi Bezzera y Pavoni, responsables de presentarlo en una feria internacional de esa misma ciudad. Su nombre hace referencia a la acción de presionar el café finamente molido a través de una máquina especial utilizando agua a cierta temperatura. El objetivo que perseguían, sobre todo Bezzera, con la máquina era reducir el tiempo de descanso para tomar café de sus empleados ya que la misma palabra lo dice “espresso” (rápido en italiano).
No es nada fácil preparar uno en condiciones ya que requiere mucha destreza por parte del barista. Se ha de encontrar el equilibrio perfecto entre las variables de preparación: molienda, temperatura, tiempo de contacto, calidad del agua, proporción de agua y café y, por supuesto, depende en gran parte del toque y el estilo que se le dé. Los italianos hablan de las cuatro m’s: la máquina, la mezcla, la molienda y la mano. Yo, además, agregaría una “a” de agua.
Resulta llamativo pero un espresso tiene la mitad de cafeína que el café filtrado y se puede utilizar cualquier tipo de grano para su preparación ya que las máquinas están preparadas para molerlo en cualquier caso. En cuanto a la cantidad de grano que se utiliza para su preparación existen diferentes teorías. Hay algunas que afirman que debe hacerse con 7 gramos, otras dicen que mínimo 14 y algunas que 21 gramos es la cantidad óptima. Y también hay diversidad de opiniones en cuanto a la temperatura óptima para tomarlo ya que en opinión de algunos 15 segundos después deja de estar fresco. Otros consideran que no es importante tomar la bebida en el instante porque, si está demasiado caliente, no se podrá apreciar completamente su sabor.
No nos dejemos llevar por la fama de que un espresso es una bebida amarga, fuerte y difícil de tomar. Uno bien preparado, con unos granos bien seleccionados y bien tostados, tiene características dulces, cuerpo como la miel y tonalidades que pueden pasar por sabores achocolatados, afrutados, acaramelados y mucho más. Para gustos colores pero yo lo que os recomiendo es que probéis uno en Coffee Corner, la cadena de cafeterías en Valencia con el mejor café. Ellos son especialistas en la preparación de cualquier tipo y saben aconsejarte en todo lo referente a este cereal. Palabra de coffeeadicto.