Para mí, como para cualquiera de vosotros, una buena taza de café es imprescindible en cualquier desayuno que se precie ya que ayuda a afrontar el día y hacerlo, además, con buen humor. Pero, ¿alguna vez te has planteado que beneficios tiene su ingesta si vas a entrenar? Pues aunque muchos no lo sepan, beber café antes de entrenar tiene beneficios.
Empezamos. Una de las propiedades más conocidas por todos es su alto contenido en cafeína por lo que esta bebida no sólo nos despierta sino que mejora la circulación, el rendimiento durante la actividad física y ayuda, al tiempo, a preservar el músculo y a mejorar nuestra memoria. Además, está constatado que beber café antes de empezar con la actividad física reduce las agujetas y las posibles molestias al terminar.
Pero seguro que ahora te estás preguntando, ¿cuál es el mejor momento para tomarlo? Pues bien, la respuesta siempre dependerá del objetivo que te marques. Si haces deporte con el objetivo de perder peso, deberías tomarlo después del ejercicio porque mantendrás activa la pérdida de grasa y recuperarás energía. Eso sí, no deberías tomar café por la noche ya que sobreestimularías el organismo y te sería difícil conciliar el sueño.
Si por el contrario entrenas para tonificarte o aumentar tu grasa muscular, deberías beber tu taza una hora antes de empezar con el ejercicio porque, de esta manera, la cafeína te dará el impulso para empezar la actividad con energía suficiente. Por el contrario, si decides tomarlo después, debes tener en cuenta que el músculo se desarrolla durante el ejercicio y que, para recuperarse, lo que verdaderamente necesita son proteínas y no cafeína.
En cualquier caso, debes tener en cuenta que lo ideal, para conseguir objetivos, es no añadirle al café azúcar ni ningún tipo de edulcorante, grasa o nutriente.